CONSEJOS PARA UNA ESPALDA SANA


CONSEJOS PARA UNA ESPALDA SANA



      Podemos observar como en nuestra rutina diaria, hay muchos momentos y gestos que implican movimientos peligrosos para nuestro raquis. 

       Al realizar hacer ejercicio habitualmente nuestra espalda se mantendrá en buena forma haciendo que la musculatura de la espalda sea potente, resistente y flexible. Pero hay que tener cuidado en cómo y en qué medida involucramos tan delicada articulación

      Algo muy importante a tener en cuenta, siendo la clave de una espalda sana, es tener autoconciencia de nuestro esquema corporal. De nuestra postura día a día, tanto a la hora de realizar deporte como en nuestra vida diaria, haceros las siguientes preguntas: 


¿Cómo nos sentamos?, ¿Cómo dormimos?, ¿Cómo andamos?, ¿Cómo corremos?…


PAUTAS PARA UN CORRECTO ENTRENAMIENTO
Figura 1. Calentamiento
 o
 estiramientos dinámicos
   
1.Parte inicial o calentamiento: 

Todo entrenamiento equilibrado de la espalda debe comenzar con un  de la musculatura.


El calentamiento fortalece el cuerpo y deja la espalda flexible sin desequilibrios, la columna queda elástica y la espalda gana movilidad y se alivian tensiones. 
Y por supuesto estas indicaciones pueden variar en función de la condición física de cada uno.


2. Parte principal de tonificación:

    Momento donde se trabaja esta región para darle consistencia, aumentar y mejorar el tono muscular y así crear nuestra propia “faja natural” para prevenir  dolores y poder realizar nuestros gestos cotidianos sin problemas
Figura 2. Trabajo de tonificación


Hay que seguir una serie de parámetros:

– Cuidado al girar la cabeza.

– Cuidado con encorvar la espalda.

– Cuidado con realizar el ejercicio muy rápido.

– Cuidado con el sobrepeso (favorece al lumbago y hernias discales).


3. Parte final o estiramientos:
Figura 3. Estiramientos

     Muy olvidados y muy importantes realizar este tipo de ejercicio tras una sesión de entrenamiento, pues provocamos relajación a la musculatura, por lo que quitamos ese estrés mecánico que dichos músculos transmiten a las articulaciones.

Realizarlos de forma despacio, controlada, sin rebotes (forma pasiva), conscientes del músculo a estirar y controlando la respiración.


HÁBITOS SALUDABLES:

– Mantente erguido, así se descarga la musculatura del cuello.

– Túmbate en el suelo boca-arriba y mantén las piernas levantadas en ángulo recto de 90º para eliminar tensiones existentes.

– Entrena, estira y moviliza la musculatura de la espalda.

– Realiza ejercicios específicos para relajar el cuerpo y la mente.

– Muchas disciplinas nos pueden ayudar a mantener la condición física de la espalda y salud, Pilates, Natación, entrenamiento en suspensión, etc…

¡Practica espalda sana con regularidad!